Este trágico hecho hizo que el mundo pusiera la lupa sobre la realeza británica.
El Palacio de Kensington ha pertenecido a la familia real británica durante 400 años y tiene su buena cantidad de fantasmas.
Sin embargo, lo más palpable es que sigue bañado por el espíritu de una de las figuras más famosas del siglo XX, una esencia que perdurará al menos mientras los descendientes de la difunta princesa de Gales sigan haciendo suyo su antiguo hogar. O mientras haya gente a su alrededor para recordarla, para aportar piezas al rompecabezas no del todo resuelto que es su historia.
El 1º de julio de 2021, en el que habría sido su cumpleaños 60, una estatua de la princesa Diana se convirtió en centinela del Jardín Hundido del palacio.
Han pasado 26 años desde que Diana murió en un accidente automovilístico con solo 36 años, dejando atrás un legado complejo que representa cosas diferentes para diferentes miembros de una familia que no tuvo más remedio que seguir adelante.
Para muchos, cualquier reserva de sentimiento se consideraba una falta de respeto, un insulto a Diana, quien en vida fue apodada "la princesa del pueblo" debido a la forma sencilla en que se conectaba con un país que a menudo encontraba a la realeza carente de sustancia y simpatía, incluso cuando luchó por encontrar una base sólida en la familia con la que se había casado y luego, a sus ojos, la contradijo de mil maneras. Un clan que fue señalado y criticado por la manera en que manejaron su triste despedida.
Revive este crudo momento conmocionó al mundo hace más de dos décadas, en el clip de arriba.